El Papa Francisco falleció el 21 de abril de 2025 a las 7:35 a.m. en su residencia, la Casa Santa Marta, en el Vaticano, debido a una neumonía bilateral y otras complicaciones de salud. Su muerte fue anunciada oficialmente por el cardenal camarlengo Kevin Joseph Farrell, quien asumió temporalmente las funciones de la Iglesia Católica. El anuncio se realizó en un mensaje grabado desde la capilla de la Casa Santa Marta, acompañado por figuras clave del Vaticano como el cardenal Pietro Parolin y Edgar Peña Parra.
Francisco había sido hospitalizado en marzo debido a su enfermedad y no pudo participar en las ceremonias de Semana Santa. Sin embargo, un día antes de su fallecimiento, hizo su última aparición pública desde el balcón de la Basílica de San Pedro, impartiendo la bendición Urbi et Orbi y recorriendo la plaza en el papamóvil. Este gesto fue interpretado como una despedida anticipada por muchos fieles.
El pontificado de Francisco, que comenzó en 2013, fue histórico y transformador. Fue el primer Papa latinoamericano, el primero jesuita y el primero en suceder a un pontífice vivo en más de seis siglos. Durante su mandato, se destacó por su cercanía pastoral, su compromiso con los más vulnerables y su enfoque en las periferias del mundo. Rechazó los lujos del Vaticano, pidió perdón por los pecados de la Iglesia y promovió reformas significativas, aunque también enfrentó críticas y desafíos.
El Vaticano ha activado el protocolo de Sede Vacante, y en los próximos días se convocará el cónclave para elegir a su sucesor. Mientras tanto, miles de fieles se han reunido en la Plaza de San Pedro para rendir homenaje al Papa, rezar y recordar su legado. Su vida y su papado dejaron una huella imborrable en la Iglesia Católica y en millones de corazones alrededor del mundo.